La semana pasada marcó un hito emocionante para Claudia, quien comenzó sus prácticas laborales como ayudante de guía en el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología en Las Palmas de Gran Canaria. Su rol no solo implica participar activamente en las visitas escolares y ofrecer su ayuda en la recepción del museo, sino que también representa un paso significativo en su desarrollo personal y profesional.
Estas tareas no solo están diseñadas para mejorar sus habilidades laborales, sino que también se enfocan en potenciar competencias específicas que facilitarán diversas actividades en su día a día. Desde el programa de Formación e Integración Laboral de Down Las Palmas, se destaca la lucha constante por la inserción laboral como un punto de inflexión crucial en la vida de las personas con síndrome de Down.
Más allá de ser un fin en sí mismo, el trabajo se considera un medio fundamental para lograr reconocimiento social, estructuración del tiempo e independencia económica. Para personas con discapacidad intelectual, el trabajo es también un medio de realización personal, algo vital y necesario en sus vidas.
Claudia se convierte así en un ejemplo inspirador de superación y contribuye al impulso de la inclusión laboral. Su presencia en el Museo Elder no solo enriquece el equipo, sino que también destaca la importancia de brindar oportunidades iguales a todas las personas.